¿Cómo funciona la refinanciación de deudas?
La refinanciación de deudas consiste en renegociar las condiciones de tus créditos actuales para obtener términos más favorables, como tasas de interés más bajas o plazos de pago más largos. Este proceso puede ayudarte a reducir tus cuotas mensuales y evitar el impago.
REUNIFICACIÓN DE DEUDA
¿Qué es la refinanciación de deudas?
La refinanciación implica modificar los términos de tus deudas existentes para adaptarlos a tu situación financiera actual. Esto puede incluir la reducción de tasas de interés, la extensión de plazos de pago o la consolidación de varias deudas en una sola.
Tipos de refinanciación
Refinanciar una deuda significa modificar las condiciones de un préstamo o agrupar varios en uno nuevo para mejorar la situación financiera del deudor. Existen diferentes formas de hacerlo, dependiendo de las necesidades y del tipo de producto contratado. A continuación, se detallan los principales tipos de refinanciación:
1. Novación
La novación es un proceso mediante el cual se renegocian las condiciones del préstamo original con la misma entidad financiera. No implica cambiar de banco, sino revisar y modificar aspectos clave como:
El tipo de interés (pasar de variable a fijo o viceversa)
El plazo de amortización (ampliarlo o reducirlo)
El importe de las cuotas mensuales
La inclusión o eliminación de garantías o avales
Es una opción útil para quienes están satisfechos con su banco pero desean mejorar las condiciones del préstamo, adaptándolo a su nueva capacidad económica.
2. Reunificación de deudas
La reunificación consiste en agrupar varios préstamos o deudas (como préstamos personales, tarjetas de crédito, etc.) en uno solo. Generalmente, se contrata un nuevo préstamo que cubre el total de las deudas existentes, permitiendo:
Unificar todos los pagos en una única cuota mensual
Obtener un tipo de interés más competitivo
Ampliar el plazo de devolución para reducir la cuota mensual
Aunque puede aumentar el coste total de la deuda debido al alargamiento del plazo, la principal ventaja es la simplificación financiera y la reducción de la carga mensual, ideal para personas con múltiples deudas y dificultades para gestionarlas.
3. Subrogación
La subrogación implica cambiar el préstamo a otra entidad financiera. Es una alternativa útil cuando otro banco ofrece condiciones más favorables que el actual. Hay dos tipos de subrogación:
Subrogación del deudor: se cambia el titular de la deuda (por ejemplo, en la compraventa de una vivienda con hipoteca).
Subrogación del acreedor: el deudor mantiene su préstamo, pero lo traslada a otra entidad que asume la deuda ofreciendo mejores condiciones.
Este tipo de refinanciación es común en hipotecas y permite ahorrar en intereses, comisiones y otros gastos asociados al préstamo, aunque puede implicar ciertos costes de tramitación.
¿Cuándo es conveniente refinanciar?
Refinanciar un préstamo no siempre es la primera opción que se debe tomar, pero puede ser una excelente estrategia para mejorar tu salud financiera si se dan ciertas condiciones. A continuación, te explicamos en qué situaciones es recomendable considerar una refinanciación:
1. Tus ingresos han disminuido y te cuesta cumplir con los pagos
Si tu situación económica ha cambiado —ya sea por pérdida de empleo, reducción de jornada, gastos imprevistos o cualquier otra circunstancia que afecte a tu capacidad de pago—, la refinanciación puede ayudarte a ajustar la cuota mensual a tus nuevas posibilidades.
Mediante una novación o una reunificación, puedes ampliar el plazo del préstamo y reducir las cuotas, ganando oxígeno financiero y evitando caer en impagos o entrar en mora.
2. Tienes múltiples deudas con diferentes entidades y fechas de vencimiento
Gestionar varias deudas a la vez puede ser complicado y estresante: distintos bancos, intereses, vencimientos y comisiones. En este caso, la refinanciación a través de una reunificación de deudas puede ser una excelente solución.
Al agrupar todos tus préstamos en uno solo:
Pagas una única cuota mensual
Reduces la posibilidad de olvidarte de algún pago
Mejoras el control de tus finanzas personales
Puedes obtener mejores condiciones que las actuales
3. Las tasas de interés actuales son más bajas que las de tus préstamos vigentes
El mercado financiero cambia constantemente, y es posible que los tipos de interés hayan bajado desde que contrataste tu préstamo. En ese caso, una subrogación o novación puede ayudarte a reducir el tipo de interés, lo que se traduce en:
Cuotas mensuales más bajas
Un ahorro significativo en intereses a largo plazo
Menor coste total del préstamo
Esta opción es especialmente útil en hipotecas, donde una pequeña diferencia en el interés puede suponer miles de euros de ahorro a lo largo de los años.
Otras señales de que podrías beneficiarte de una refinanciación:
Has mejorado tu perfil crediticio desde que contrataste el préstamo
Quieres cambiar de tipo de interés (de variable a fijo o viceversa)
Estás en riesgo de impago y buscas una alternativa antes de
Alternativa legal: Ley de Segunda Oportunidad
Si la refinanciación no es viable y te encuentras en una situación de insolvencia, la Ley de Segunda Oportunidad puede ser una solución. Esta ley permite a particulares y autónomos cancelar total o parcialmente sus deudas bajo ciertos requisitos.
Requisitos para acogerse
Ser persona física, empresario o autónomo.
Demostrar buena fe y no haber sido condenado por delitos económicos en los últimos 10 años.
No haber obtenido la exoneración de deudas en los últimos 5 años.
Que la deuda no supere los 5 millones de euros.
Beneficios
Cancelación total o parcial de las deudas.
Paralización de embargos y ejecuciones.
Posibilidad de conservar bienes esenciales, como la vivienda habitual.
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Qué diferencia hay entre refinanciación y reunificación de deudas?
La refinanciación implica cambiar las condiciones de un préstamo existente, mientras que la reunificación consiste en combinar varias deudas en un solo préstamo.
¿Puedo acogerme a la Ley de Segunda Oportunidad si tengo deudas con Hacienda o la Seguridad Social?
Sí, pero con limitaciones. La ley permite exonerar hasta 10.000 € de deudas con Hacienda y otros 10.000 € con la Seguridad Social.
¿Cuánto tiempo dura el proceso de la Ley de Segunda Oportunidad?
El proceso puede durar entre 6 y 18 meses, dependiendo de la complejidad del caso y la carga de trabajo de los juzgados.
¿Necesito un abogado para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?
Sí, es obligatorio contar con un abogado y un procurador para tramitar el procedimiento judicial.
Si estás agobiado por las deudas y no sabes cómo salir adelante, en Creduma estamos para ayudarte. Nuestros abogados especializados te guiarán en cada paso para que recuperes tu tranquilidad financiera. Contáctanos hoy mismo y da el primer paso hacia tu segunda oportunidad.